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lunes, 22 de julio de 2013

Contradicciones legales frenan el control en el tráfico de animales

Autoridades medioambientales y de Salud advierten que las contradicciones legales impiden acciones para frenar definitivamente el tráfico ilegal de la fauna nativa, ya que la Carta Magna de Bolivia protege y promueve las prácticas culturales y ancestrales y, por otro lado, penaliza la caza y comercialización de la fauna nativa, viva o muerta.

La Ley 1333 de Medio Ambiente, la Ley de Caza y Pesca, así como ordenanzas municipales como la 3029 prohíben el tráfico de animales vivos y el uso de partes de animales.

“Como autoridades municipales tenemos que hacer cumplir esta normativa”, afirma la responsable de Forestación y Fauna Silvestre de Cochabamba, Gaviota Borda.

Por su parte, el jefe de la Unidad de Medicina Tradicional de Cochabamba, Jesús Gómez, explica que antiguamente la medicina tradicional en Bolivia era penalizada y sancionada con dos años de presidio por el ejercicio ilegal de la medicina, según el artículo 218 del Código Penal.

A partir de 1987, con la creación de la Sociedad Boliviana de Medicina Tradicional (Sobometra), esta situación fue superada y actualmente los médicos tradicionales forman parte del Sistema Nacional de Salud.

La representante de la Secretaría de los Derechos de la Madre Tierra, Tatiana Sanabria, señala que para encontrar un punto de equilibrio deben también participar las autoridades culturales, a fin de poner freno a las exageraciones o distorsiones que están cambiando la esencia cultural.

“No por realizar ofrendas a la Pachamama (Madre Tierra) podemos agredir y poner en riesgo a otros elementos de la naturaleza”, señala Sanabria.

El director del Centro de Biodiversidad y Genética de la UMSS, Luis Fernando Aguirre, señala que es necesario un trabajo coordinado y complementario que respete a la cultura y sus tradiciones, pero también que garantice la calidad de sus prácticas para la población.

“Desde mi óptica occidental científica no puedo asegurar que estas prácticas tengan éxito, tal vez sea más de tipo placebo”, dice Aguirre, acotando que como científicos la responsabilidad pasa por estudiar e investigar las propiedades y efectos de cada práctica de la medicina ancestral.

La autoridad departamental de Medicina Tradicional, Jesús Gómez, señala que si bien existe el reconocimiento legal, aún no hay un reglamento específico para regular la comercialización o provisión de ciertos elementos de la naturaleza a los médicos tradicionales.

“No debería ser una venta indiscriminada y abierta y menos por gente que no conoce de esta sabiduría”, dice Gómez.

La autoridad recomienda que antes de realizar cualquier práctica ritual se cuente con la orientación de un médico tradicional, a fin de evitar el sacrificio vano de algunas especies. “No se trata de quemar por quemar a los animales. Con un ritual asesorado, la gente notará el cambio en los resultados de sus prácticas”, recalca.

A fin de garantizar la autenticidad de los médicos tradicionales, el Servicio Departamental de Salud (Sedes) realiza, por tercer año consecutivo, la acreditación de estos médicos. Los solicitantes rinden pruebas para demostrar su sapiencia frente a un grupo de expertos identificados por la unidad de Medicina Tradicional.

Al igual que en la ciencia moderna, los médicos tradicionales deben portar su credencial y mostrar su registro de acreditación. El Sedes cuenta con una base de datos que esperan ponerla a disposición de toda la población hasta fin de año, para que a través del internet puedan corroborar la autenticidad del servicio ofertado, con sólo introducir el nombre o número de registro.

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