El alcalde de Vinto, Edgar Soliz Román, informó que para esa labor de prevención se conformó grupos de funcionarios que focalizaron los lugares donde pululan perros vagabundos, a quienes tras capturarlos les aplicaron inyecciones letales.
“Estos operativos al que estamos obligados lo hacemos en coordinación con la Unidad de Zoonosis del Sedes, y en apego estricto a las normas sanitarias y reglamentos que defienden los derechos de los animales. No se trata de una matanza de canes, sino de una campaña de prevención para evitar más ataques y casos de rabia canina por lo que hemos declarado alerta máxima”, dijo.
DECISIONES
La autoridad confirmó que al ser Vinto “la zona roja de casos de rabia canina y mordeduras de perros callejeros”, se tomó la decisión de crear la Unidad de Zoonosis, la habilitación de un vehículo para capturar perros peligrosos y la construcción de una infraestructura que cumpla las funciones de perrera municipal. Para este último propósito, dijo, ya se ubicó un terreno en un sitio estratégico.
Precisó que se afina detalles observados por el Concejo Municipal del “Reglamento de tenencia de perros” que servirá de instrumento técnico legal para normar la crianza de mascotas, y sancionar a los propietarios irresponsables que abandonan sus canes con grave riesgo de contraer la mortal rabia canina.
CASOS DE RABIA
Según un informe elaborado por técnicos de la Alcaldía de Vinto, los casos de rabia se registraron en los alrededores de los ríos Chulla, La Llave, Huallaquea y otros afluentes donde las granjas avícolas botan pollos muertos dando lugar a la proliferación de perros abandonados.
El documento detalla que la captura y eliminación de canes callejeros se realizó en la OTB-Lazarte y en el centro urbano de Vinto en las proximidades del mercado central.
Asimismo, el informe sostiene que junto a los funcionarios del Servicio Nacional de Seguridad Alimentaria y Ganadería (Senasag) se notificó a los propietarios de granjas avícolas instaladas en jurisdicción de Vinto para que tengan sus hornos crematorios y eviten echar pollos y otros desperdicios a los lechos de los ríos y afluentes, así como al botadero de basura.
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