La norma que se espera sea aprobada en los próximos días en la Cámara Baja contempla también sanciones monetarias para aquellas personas que adquieren y fomentan esta situación, así como para los que realizan la captura de los animales. Según datos de este ente gubernamental durante las últimas tres décadas Bolivia ha sido uno de los principales exportadores de fauna silvestre a nivel mundial, siendo los loros los más propensos a esta ilegalidad con casi un 90% y que derivaron a que varias especies nativas estén al borde de su extinción.
Un claro ejemplo de ello es la paraba azul el cual se han sacado más de 500 individuos en la década de los 80, actualmente solo existen menos de 200 en la vida silvestres.
Otro caso es el loro pinero del que se sacaron más de 20 mil individuos para el comercio ilegal y ahora solo quedan menos de mil. Como ellas existen especies víctimas de la caza furtiva que se ven seriamente afectadas y en peligro de extinción.
‘’Los animales silvestres cumplen un rol en nuestros bosques de los cuales dependemos todos para surtirnos de agua, aire y de otros atributos que nos brindan estos ecosistemas.
Ellos vienen a ser como una parte de nuestro cuerpo y si esa parte se va degradando también nuestra calidad de vida al punto que se hará insostenible’’ manifestó Rojas a tiempo de subrayar que la demanda de la población citadina incentiva a que la gente del campo haga la captura de estos animales silvestres.
Durante los últimos tres años se ha detectado que las especies más comercializadas son los loros, monos, tucanes, serpientes, boas y las iguanas aunque también se han encontrado capiguaras, tigrillos y otro tipo de felinos en el comercio ilegal de fauna.
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