Años atrás, los animales que perdían alguna extremidad estaban prácticamente desahuciados. Hoy, gracias a los extraordinarios avances de la ciencia y la tecnología -en especial a la impresión 3D- muchos de ellos tienen una segunda oportunidad. Además de recuperar su independencia, tienen una mejor calidad de vida.
Ya se sabe que las impresoras 3D sirven para fabricar desde juguetes, esculturas, piezas de maquinaria hasta huesos, brazos, cartílagos y más. Su utilidad es infinita y aún sigue desarrollándose en varias disciplinas.
Así como se crearon prótesis para ayudar a muchas personas, hoy, en muchos países también se están desarrollando prótesis impresas en 3D para ayudar a animales que sufren de alguna lesión, ya sea porque nacieron con alguna discapacidad o porque fueron maltratados.
La prótesis es una extensión artificial que reemplaza o provee una parte del cuerpo que falta por diversas razones, dando casi la misma función que un miembro natural.
Estas prótesis, creadas de acuerdo a las necesidades especiales de cada uno de los animales, son de bajo costo y les dieron una nueva oportunidad de vida. Por novedosa y emergente que parezca esta tecnología, lo cierto es que sus resultados están llamados a cambiar la sociedad.
Así, animales grandes y pequeños se beneficiaron de las particularidades de esta tecnología para poder desenvolverse independientemente en el mundo.
Las impresoras 3D son aparatos que generan objetos sólidos tridimensionales agregando algún tipo de material, usualmente polímeros.
A CONTINUACIÓN ALGUNOS EJEMPLOS.
Cleopatra luce un caparazón único y diferente
Cleopatra, una tortuga leopardo de Colorado, Estados Unidos, estaba en riesgo vital a causa de un problema óseo que adquirió luego de pasar años consumiendo una dieta basada en proteínas, siendo que es herbívora.
Este desorden alimenticio le provocó el debilitamiento del caparazón y deformidades como fisuras y hendiduras, las capas de su concha crecían de forma escalonada, los que aparte de dolor, le provocaron lesiones que podían derivar en infecciones.
Las tortugas acostumbran a subirse unas encimas de otras para jugar o para aparearse, lo que provoca heridas y rupturas en la concha mal desarrollada de Cleopatra, muchas de las cuales terminan en infecciones que podrían acabar con su vida.
Diseñadores de la Colorado Technical University se enteraron del caso de Cleopatra y quisieron ofrecerle una solución creando una especie de prótesis de caparazón elaborado con plástico derivado del maíz, impresa en 3D.
Roger Henry, líder del equipo, veterano de las Fuerzas Armadas de EEUU, pasó un total de 600 horas modelando el nuevo caparazón en más de 12 softwares distintos. Finalmente, éste fue fijado con velcro por sobre el otro, para poder protegerla de las lesiones para cuando Cleopatra interactúe con otras tortugas.
Según explicaron los científicos, este caparazón impreso en 3D protésico es único para este animal y lo usará mientras que regenera el suyo en un proceso que dura un par de años en buenas condiciones.
Se piensa que Cleopatra está en sus primeros años de vida, y podría llegar a crecer hasta un tamaño tres veces superior al actual; en este caso la impresión 3D también es ideal, ya que permite crear nuevos caparazones protésicos de manera que se vayan adaptando a su tamaño.
TurboRoo, el chihuahua que conquista en ruedas
El perrito "TurboRoo", un chihuahua que nació con un defecto que le impidió desarrollar sus dos patas delanteras, fue abandonado junto a una clínica veterinaria, donde una de sus empleadas, Ashley Looper acabó por adoptarlo.
El equipo de la clínica había intentado en varias ocasiones fabricar un carro que acoplado al cuerpo del chihuahua le mantenga en posición horizontal, mientras puede impulsarse con las patas traseras, pero no acababa de tener la estabilidad necesaria.
Entonces, Mark Deadrick, ingeniero mecánico de la empresa 3Dyn con más de 20 años de experiencia en la industria automovilística y aeroespacial, se decidió a intentar diseñar un carro más sofisticado para TurboRoo.
Le enviaron fotografías de TurboRoo con las que Mark realizó las mediciones necesarias para modelar en 3D el carro que imprimió en una impresora 3D doméstica, la Makerbot Replicator. Le añadió unas ruedas de monopatín y envió el primer prototipo a la clínica. Hasta ahora realizó tres versiones a los que les incluyó algunas mejoras.
El año pasado se convirtió en la sensación en Indianápolis (Estados Unidos), pero también de Instagram y Facebook.
Derby corre con patas impresas en 3D
Derby nació con una condición que deformó sus dos patas delanteras, por lo que se arrastraba en el suelo para trasladarse.
Tara Anderson, quien trabaja en la compañía 3D Systems, dedicada a la impresión 3D, lo adoptó y puso a trabajar a su equipo para diseñar un par de prótesis que le permitieran al perro correr, lo que mejoró su estilo de vida gracias a la tecnología.
Al principio, Tara quiso solucionar el problema de su mascota con un par de ruedas delanteras para desplazarse, pero resultó ineficiente e incómodo para Derby. Después optó por un par de prótesis diseñadas por 3D Systems por medio de la computadora, que son personalizadas, se ajustan a las patas del animal y que funcionan mejor. Apenas le pusieron las prótesis, Derby se puso a correr demostrando su alegría.
Beauty, lleva un pico sintético
Científicos norteamericanos desarrollaron un pico sintético de nailon para reparar un águila herida. El diseño fue realizado con una impresora 3D.
En 2005 un cazador en Alaska le disparó en la cara a un águila calva apodada "Beauty", lo que dañó irreversiblemente el pico del ave a la altura de que no podía alimentarse por sí misma. La organización Birds of Prey Northwest cuidó del ave, alimentándola por sonda y luego con asistencia humana.
Un equipo de científicos, ingenieros y hasta un dentista, comenzaron a diseñar un pico sintético de nailon para reemplazar la mandíbula superior de "Beauty". Para diseñar la prótesis se modeló en un programa en 3D, la que posteriormente fue fabricada con una impresora 3D y tras un arduo proceso para instalarla, "Beauty" fue capaz de volver a comer, tomar y limpiarse por sí misma nuevamente.
Un pato que necesitaba nueva pata
Mike Garey usó la tecnología 3D para ayudar a una de sus mascotas. Su nombre es Buttercup, un pato que nació con una deformidad en su pata izquierda, causándole constantes heridas e infecciones que le impedían desplazarse de manera normal.
La extremidad tuvo que ser amputada, dejando así al pato sin la posibilidad de volver a caminar.
Garey encontró la compañía NovaCopy, que accedió a fabricar una prótesis para el animal por medio de una impresora 3D.
Para conseguirlo, fue necesario que la impresora creara un molde de la pata basándose en fotografías de la hermana del pato Buttercup, lo que sirvió para la construcción de una prótesis de silicón.
Yu-Chan, vuelve a nadar felizmente
Esta tortuga marina de Japón, llamada Yu-Chan, pudo volver a nadar felizmente después de que se le implantaran dos prótesis en sus aletas frontales.
Los biólogos del Parque Suma Aquafile de Kobe creen que este ejemplar de tortuga boba o caguama, de 25 años, perdió ambos miembros en un ataque de tiburón. Dedicaron los últimos cuatro años a fabricar una prótesis perfecta y parece que, después de varios intentos, lo han conseguido.
En 2008, un pescador japonés encontró una tortuga malherida en el canal de Kii. La criatura tenía marcas de dientes en sus extremidades delanteras, las cuales le faltaba la mitad en una y un tercio en la otra. Cinco años después, el personal del Parque Suma AquaLife se ha encargado de equipar a esta tortuga con un par de miembros artificiales.
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