Los servicios para mascotas triunfan en Japón, en especial desde 2013,
cuando se realizó una enmienda legal para dar lugar a una legislación
japonesa que otorga responsabilidades y obligaciones a propietarios y
proveedores de aquéllas.
A partir de esta norma, los dueños de mascotas también tienen que
seguir con su responsabilidad de protectores incluso después de la
muerte del animal.
Los funerales de aquéllas son comunes en Japón, una nación
particularmente amante de los perros. Las mascotas son cremadas y las
cenizas se mantienen en la sala de estar, junto a una foto del animal,
según AFP.
Un ejemplo del amor por los animales es el de Naoto Matsumura, un
agricultor japonés de 54 años. Él salió de Fukushima tras la explosión
de un reactor nuclear, pero decidió volver para cuidar a los animales de
la zona, aun poniendo en riesgo su vida. Hoy, Matsumura cuida de
perros, gatos, cerdos, vacas e incluso de los avestruces que viven en el
patio de una escuela, según rt.com.
El centro de enfermería Pet Care Service Let's (Cuidado de Mascotas
Vamos) también se dedica a dar atención a las mascotas que han sufrido
algún problema físico. Allí hay veterinarios especializados que,
ayudados por tecnología de punta, trabajan para rehabilitarlas, a fin de
que sus amos sean felices.
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