Un panda gigante murió tras contraer el virus del moquillo en el norte de China, por lo que ya son cinco los que han sucumbido a la enfermedad en el mismo centro que acoge a estos animales en vías de extinción.
El panda murió después de tres meses de tratamiento, dijo hoy el propio centro de rescate, crianza e investigación de Shaanxi (norte), según recoge la agencia oficial Xinhua.
Otros cuatro pandas se recuperaron del moquillo, y el centro asegura que ya no hay más ejemplares contagiados por el virus, que afecta a una gran variedad de animales, incluidos perros, primates y gatos.
Antes de la epidemia, la reserva alojaba a 25 pandas gigantes, pero tras su eclosión envió a los pandas sanos a otras de la provincia.
Este animal, que en estado salvaje solo puede encontrarse en China, corre peligro de extinguirse debido a la reducción de los bosques de montaña donde habita, que ha producido endogamia en la especie y con ello grandes dificultades reproductivas.
Actualmente viven unos 1.600 ejemplares de la especie en estado salvaje, a los que hay que añadir otros 210 en cautividad, muchos de ellos en reservas de Shaanxi y Sichuan, en el centro y norte del país, cerca del hábitat natural de la especie.
A comienzos de año, las autoridades chinas anunciaron nuevas medidas de protección de los osos panda, como la limitación de la presencia de turistas, a raíz del brote de moquillo en Shaanxi.
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