EL ALTO
Cambio
No pudo salir de su casa en Villa Alemania, en los alrededores del Aeropuerto Internacional de El Alto, porque una veintena de perros invadió toda la calle en la que vive Arminda Miranda.
Asustada por la cantidad de animales que halló en la puerta de su casa esperó alrededor de una hora que la jauría se alejara del lugar.
“Son perros grandes, chicos, de todo tipo, siempre andan juntos y recorren los barrios en busca, seguramente, de comida o de una perrita en celo”, cuenta Arminda.
El Alto es una de las ciudades más pujantes, tiene el crecimiento poblacional más alto de Bolivia, en ese entendido cuenta también con una de las poblaciones de perros callejeros más grande del país.
“En El Alto hay alrededor de 230 mil canes y 31 mil felinos, por cada habitante hay aproximadamente un perro”, asegura el responsable de la Unidad de Zoonosis del Gobierno Autónomo Municipal de El Alto (Gamea), Freddy Chávez,
La presidenta de Animales SOS, Susana Carpio, asegura que mientras en La Paz hay un perro por cada tres habitantes, en El Alto existe uno por cada cuatro.
En el municipio de El Alto se realizan monitoreos para constatar la existencia de canes vagabundos. Según Chávez en la urbe alteña no existen perros callejeros, ya que todos cuentan con el cintillo que evidencia que fueron vacunados y por lo tanto que tienen una familia.
“Solamente hay gente irresponsable que saca a sus canes por la mañana o todo el día para que busquen su alimentación, hay que concientizar a la población sobre la tenencia de animales y los perros que están en las calles, que causan daños a los transeúntes”, explica Chávez.
En los primeros cinco meses, Zoonosis de El Alto atendió 361 casos de mordedura, que a comparación del año pasado tuvo una baja considerable, ya que en igual período se atendió a 500 personas mordidas.
Para Susana Carpio, de Animales SOS, del total de mordeduras en El Alto el 80 por ciento de las víctimas son niños, de los cuales el 90 por ciento presentan lesiones en el rostro.
“El 80 por ciento de los agredidos por perros son niños y el 90 por ciento de las mordeduras son en el rostro, dejando marcas indelebles por el resto de la vida, esto no tiene nada que ver con la rabia”, asegura Carpio.
La activista explica que el aspecto territorial hace que los caninos se pongan más agresivos, protegen a una perra en celo, su acera o su comida.
Chávez argumentó que la gente asumió conciencia sobre el problema, por lo que los casos disminuyeron. De todas formas, Carpio señala que en El Alto existen más perros que en La Paz.
En la urbe alteña existen alrededor de 5 a 6 perros por familia, especialmente en las áreas periurbanas, lo que hace que se eleve el índice de mascotas en el municipio.
Para Norma Rojas, vecina de la zona Villa Dolores, esto se debe a que la gente cuida sus pertenencias con perros, que por las noches están en las casas y por el día los dejan libres para que consigan su propio alimento.
“Los vecinos dejan a sus mascotas en la mañana, y éstos son los que agreden y muerden a otras personas, son animalitos que se tratan como a esclavos, no les dan comida y por eso incluso caminan en manada”, explica Rojas.
La perrera de El Alto será la más completa del país
Más de mil metros de terreno en la urbanización Juana Azurduy de Padilla del Distrito 7, camino a Copacabana, en San Roque, servirán para retener a los canes callejeros y otros sospechosos de portar el virus de la rabia.
“Ya se encuentra en el diseño final y para este año se espera que tengamos por lo menos la primera parte, que es el centro veterinario”, explica el responsable de la Unidad de Zoonosis de la comuna alteña, Freddy Chávez.
Los perros sospechosos de portar el virus de la rabia estarán en cuarentena en un lugar específico, donde se analizará su comportamiento y saber si es que están con rabia y medir su nivel de agresividad. El centro de Zoonosis también realizará estudios parasitológicos en un moderno laboratorio para detectar parásitos que no solamente afectan a los canes sino a la población alteña. Será el más completo del país.
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