El gato doméstico (Felis catus) es un depredador introducido por el hombre en todas las regiones del mundo, y figura en la lista de las 100 especies invasoras más dañinas del mundo. Estos felinos ya son conocidos por haber contribuido a la desaparición, en islas, de 33 especies de pájaros, mamíferos y reptiles catalogados en peligro de extinción.
Pero a falta de datos precisos, se tendía a considerar hasta ahora que el número de animales salvajes víctimas de los gatos, errantes o no, era desdeñable comparado con las otras amenazas ligadas a las actividades humanas, como los atropellos en las carreteras o la destrucción de su hábitat.
Al agrupar y analizar estudios dispersos realizados sobre el tema, zoólogos estadounidenses trataron de evaluar con más precisión los daños provocados por los gatos domésticos sobre la fauna salvaje en Estados Unidos.
Sus resultados, publicados en la revista británica Nature Communications, son escalofriantes.
Según sus estimaciones, los gatos estadounidenses matan anualmente entre 1.400 y 3.700 millones de pájaros y de 6.900 a 20.700 millones de mamíferos.
Y la mayor parte de esta matanza (69% en lo que se refiere a los pájaros, 89% en el caso de los mamíferos) se atribuye a los gatos errantes, que viven en estado salvaje o son alimentados por el hombre sin estar bajo su control.
Según su evaluación, hay unos 84 millones de gatos domésticos en Estados Unidos, y entre 30 y 80 millones de gatos errantes.
La masacre causada por estos mininos "podría ser la principal causa de mortalidad antropogénica (ligada a la actividad humana) en Estados Unidos", señalan los investigadores, que consideran probable que también sea mucho más elevada de lo que se cree en otras regiones del mundo.
El equipo dirigido por Scott Loss, del Smithsonian Conservation Biology Institute de Washington, insta por tanto a establecer políticas de conservación adecuadas para preservar a la fauna salvaje del otro amigo del hombre.
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