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domingo, 13 de enero de 2013

Rocío vive para rescatar perros

El maltrato y sufrimiento que soportó una perra cocker por parte de su amo marcó la vida de Rocío Sossa.

Rodeada de más de una docena de perros, a quienes los acaricia y besa cual si se tratará de sus hijos, Rocío cuenta que esa mala y primera experiencia que vio con el maltrato de ese cocker -que además fue arrojado dentro de un contenedor- hizo que desde hace siete años dedique su tiempo completo al rescate y cuidado de canes.

Desde ese entonces la vida de más de mil mascotas que fueron maltratadas y abandonadas por sus dueños cambió.

Actualmente 80 canes, de los cuales solamente siete son machos, viven con ella y están siendo cuidados y recuperados para luego ser puestos en adopción.

Rocío, que vive sola con las 80 mascotas y duerme con 25 de ellas, le dedica tiempo completo al funcionamiento del Centro San Martín de Porres, nombre que le puso a su hogar desde que comenzó a vivir con las primeras cinco que rescató.

Antes de encontrar un nuevo estilo de vida con las mascotas, esta singular mujer se dedicaba al comercio de productos en los mercados y en la plaza principal 14 de Septiembre.

Los animales llegan a su casa de distintas formas, ya sea por llamadas y denuncias de personas que quieren evitar el maltrato o cuando ella sale a recorrer las calles, principalmente los mercados de la ciudad, donde halla animales abandonados y buscando por lo menos un hueso para morder.

Desde que se levanta hasta que se acuesta siempre está pendiente de sus fieles compañeros.

En el centro existe una habitación donde unos 30 canes pasan la noche, otros 25 duermen junto a ella en su cama y el resto pasa la noche en pequeñas casas que habilitó en el espacio del patio de su casa.

Al despertar lo primero que hace Rocío es darles comida a los animales y durante la mañana prepara el almuerzo en base al arrocillo, carne e hígado.

Los canes salen a tomar el sol en el amplio patio que hay en la casa, y si alguno debe ir a un control o recibir una atención médica es llevado al veterinario o recibe la visita del mismo.

Todos los canes que están con Rocío son desparasitados y reciben las vacunas antirrábicas.

De los 80 sólo siete son machos y el resto hembras que fueron esterilizadas.

“El problema con las hembras es que muchas son abandonadas cuando están preñadas y en la calle quedan desprotegidas. Por eso mi afán de cuidarlas”, relata mientras enseña a sus fieles amigos, unos de raza grande y otros pequeña.

EN BUSCA DE UN HOGAR

Hace dos meses el Centro de Adopciones San Martín de Porres acogió a 120 canes, el número más alto que recibió desde su creación. Sin embargo y de a poco las mascotas fueron dadas en adopción a familias que demostraron querer al fiel amigo del hombre.

Pero encontrar familia para estos canes no es nada sencillo, es por ello que Rocío decidió buscar un espacio en el populoso paseo de El Prado donde al menos dos domingos al mes lleva a un buen número de perros para darlos en adopción.

La tarea de Rocío va más allá del cuidado o el rescate de canes. Es así que también el centro ayuda a los propietarios de perros con pequeñas crías a buscar un nuevo hogar.

Un promedio de entre cinco y diez canes son dados en adopción en cada campaña, comenta.

Para poder criar a una de estas mascotas el único requisito es un carnet de identidad y la garantía del cuidado y alimentación del perro. Luego el centro realiza un seguimiento para evidenciar que los animales sean bien tratados.

Las personas que requieran una de estas mascotas pueden llamar al celular 70309246 o buscar en el facebook Centro de Adopciones San Martín de Porres.

APORTE PROPIO

Alimentar y criar a una jauría tiene su precio. Ese factor para Rocío no es un obstáculo cuando se ama, asegura al contar que el costo de la alimentación y el cuidado sale de su bolsillo.

Es así que para ganar un poco de dinero se dedica a la comercialización de productos y comida para los animales.

Agrega que de los 80 canes que tiene sólo dos cuentan con padrinos que mensualmente hacen un aporte de 100 bolivianos para ser alimentados.

A excepción de la veterinaria Huellitas e Imperio Animal, que ayudan en la atención veterinaria, ninguna institución ni autoridad otorga recursos para la manutención de estas mascotas.0

Para Rocío la crianza y cuidado de las mascotas son su felicidad. Asegura que la conexión con cada uno es especial, pero lo es más con al menos 20 de ellas a las que no piensa darlas en adopción.

Diana, Simba, Campanita, Choca son algunos nombres que tienen las mascotas, a quienes los bautiza según la actitud que tienen.

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