El perro Carlos estaba retozando por las calles en Norfolk, ocupándose de sus propios asuntos, cuando los transeúntes entraron en pánico y empezaron a llamar al 911.
"Me gustaría informar de un avistamiento de león", dijo la persona que llamó.
"Dilo de nuevo", dijo el despachador que respondió.
Unos minutos más tarde, otra llamada entró.
"Acabo de ver a un animal que se parecía a un león pequeño", dijo un hombre. "No sé si se escapó del zoológico o qué".
La lluvia de llamadas continuó, incluso un residente le dijo al operador que el "bebé león" es del tamaño de un perro perdiguero de Labrador.
Tan pronto como las llamadas llegaban, el Departamento de Policía de Norfolk entró en contacto con el zoológico local para garantizar el estado de sus dos leones enjaulados.
"Nos miramos el uno al otro como, ‘¿Podría ser?’", dijo Greg Bockheim, director ejecutivo del Zoológico de Virginia, a WAVY, cadena afiliada de CNN.
Los trabajadores del zoológico se dirigieron a las jaulas de los leones, dijo, pero los grandes felinos estaban profundamente dormidos.
La Policía se ocupó de asuntos más importantes cuando se dieron cuenta de que no era un fugitivo Simba bebé de El Rey León.
Tampoco se había fugado del zoológico.
El perro era una mezcla de labrador-poodle, de nombre completo Carlos el Monarca, que pasaba por las calles después de una reciente visita a la estética.
Su dueño, Daniel Pintor, dijo a la televisora filial que el perro afeitado representa a la mascota de la Universidad de Old Dominion.
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