Luego de un año de ser entregado a la Universidad Amazónica de Pando, ‘Toto’ (como llamaron los universitarios al Jaguar) llegó a los 76 kilos de peso y está en pleno proceso de crecimiento.
“Su familiaridad con las personas demostraba que ya era doméstico, ignorándose su procedencia”, afirmó Oliveira en diálogo con EL DIARIO.
Según aseguró, la Universidad Amazónica de Pando lo acogió en uno de sus proyectos de protección a la biodiversidad y aceptó ser su custodio.
A fin de dar legalidad a la tenencia del felino y a los gastos que su cuidado demanda, el Consejo Universitario emitió una resolución donde acepta el cuidado del jaguar
Oliveira indicó que en la dieta del animal está la carne, sea de res o de ave, y que semanalmente se le hacen revisiones médicas veterinarias.
“Toto está cambiando sus dientes de leche, ya es un animal joven”, señala Oliveira, quien cumple otras funciones en la universidad, en el área administrativa y se declara un enamorado de los animales.
FUTURO
Hay diversos proyectos de protección a la fauna que se harán realidad con la readaptación de Toto a su medioambiente selvático, señala el encargado. Hay tres sitios que se están estudiando para llevar al jaguar.
“Se trata de crear un refugio e iniciar un proceso de readaptación de animales que han sido extraídos de su hábitat. Toto terminará sus días en la selva, pero de manera protegida, para asegurar su supervivencia”, señaló.
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