Mario, que además tiene retardo mental, llegó junto a un equipo médico al recinto de las jirafas en el zoológico Diergaarde Blijdorp en Rotterdam. En un momento emotivo, una de las jirafas se acercó al hombre y le dio un beso de despedida.
“Estos animales lo reconocieron y se dieron cuenta que las cosas no iban bien con él”, dijo Kees Veldboer, fundador de la organización que trasladó a Mario al zoológico. “Fue un momento muy especial”, agregó.
La Fundación Ambulancia de los Deseos es una organización benéfica, cuyos voluntarios se especializan en llevar a los pacientes con enfermedades terminales que no pueden moverse a cumplir sus deseos antes de morir.
El año pasado, la organización llevó a un hombre de 86 años de edad, también con un mal terminal, a su granja en Oss, Holanda, para despedirse de sus caballos.
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