No existen políticas de planificación ni seguridad para los habitantes. Cada familia tiene al menos tres perros en sus hogares y de éstos, menos dela mitad les brinda la atención y cuidados correctos.
Hasta el 2014, se había previsto una población de 144.826 canes, de los cuales apenas se había vacunado a 77.179 perros, mientras que 67.647 seguían sin control ni vacuna, comiendo sus alimentos en las calles o en los mercados o buscando algún hueso en los extensos barrios periféricos que han crecido increíblemente en los alrededores.
DÍA DEL PERRO
Para hoy, día de la campaña de vacunación contra el mal de rabia, el municipio de Oruro ha previsto 120.000 dosis para tratar de controlar la enfermedad, con la movilización de más de dos mil personas, entre médicos, enfermeras, paramédicos, efectivos militares, policiales, estudiantes y agrupaciones que defienden a los canes.
“Si todo va bien, se puede controlar el mal de rabia, que ya ha provocado 52 casos de infecciones durante los ocho meses del año”, confirmó el responsable de Zoonosis del Servicio Departamental de Salud, Ernesto Vásquez. Los 52 canes han muerto o han sido eliminados. Otros se encuentran bajo vigilancia, pero cada semana que pasa aumenta la cantidad de canes con mal de rabia.
Oruro tiene una población estimada de 300.000 habitantes, para el 2015. Sin embargo, el Censo de Población y Vivienda del 2012, confirmó que tenía 264.683 habitantes, es decir 52.963 familias, tomando en cuenta que una familia está integrada por cinco personas.
El trabajo de la vacunación antirrábica ha llegado a sensibilizar a miles de personas, que acuden en forma masiva a los puestos de control y vacuna, pero los canes callejeros han aumentado y no se los puede ni siquiera detener, porque caminan en jaurías o porque se encuentran en los barrios nuevos que desde hace diez años no tienen ni siquiera planos aprobados o se han construido en forma desordenada.
El alcalde municipal, Edgar Bazán Ortega, anunció que ha decidido respaldar la campaña antirrábica no solamente con recursos económicos, para los 120.000 perros, sino también con trabajadores, con personal necesario para que la mayor cantidad de canes callejeros reciban la vacuna.
Las familias responsables tienen en su haber tres perros en su casa, preparan su comida, cada día e impiden que los canes salgan a la calle, pero en las calles se puede apreciar mayor cantidad de perros, no solamente jugando, sino también peleando por un poco de comida.
No solamente hay perros en los barrios periféricos, sino también en los mercados céntricos y a veces dan vuelta la plaza 10 de Febrero, ante la mirada preocupante de los ciudadanos, especialmente de los niños y niñas que tienen que eludir cualquier problema.
La eliminación de canes callejeros ha sido paralizada desde el 1 de junio del 2015, después que asumió el cargo el alcalde municipal. Algunas personas que no quieren perros acuden al Centro de Zoonosis para su eliminación. Hasta la fecha no se ha determinado una campaña de esterilización de los canes.
La cantidad de gatos también ha aumentado. Los techos de las casas son los lugares preferidos de los gatos para sus peleas. Hay gatos silvestres que buscan su comida por todas partes, sin control de ninguna naturaleza. Hay otros gatos que se encuentran en las viviendas particulares, pero los olores de las heces son peculiares y molestosos para cualquier ciudadano.
El responsable de Zoonosis del Sedes, Ernesto Vásquez, dijo que durante la campaña de vacunación antirrábica, también se ha previsto vacunar a los gatos, porque se sospecha que también ellos son propensos a contraer estas enfermedades, tal como ha ocurrido con algunas llamas en algunas comunidades aledañas a Oruro.
El resultado de la campaña antirrábica se emitirá los siguientes días de esta semana y se ingresará incluso a los barrios periféricos para buscar animales con mal de rabia, para eliminar el foco infeccioso que está provocando preocupación en Oruro, dijo Vásquez.
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