A partir de ahora, cuando vea a un perro y, sobre todo, cuando vea a uno que se cruza en el camino de otro, fíjate en el movimiento de sus respectivas colas. Porque, según ha descubierto un equipo de investigación del Centro Mente y Cerebro de la Universidad de Trento (Italia), no significa lo mismo que un perro mueva su cola hacia la izquierda que hacia la derecha.
Por tanto, los perros se comunican con la dirección del movimiento de su cola. La explicación biológica es que los perros se parecen a los seres humanos en algo: el hemisferio izquierdo del cerebro sirve para diferentes tareas que el derecho. Un aviso: si mueven la cola hacia la derecha, todo va bien.
Según los investigadores, los perros mueven su cola a la derecha cuando sienten emociones positivas, como, por ejemplo, al encontrarse con su dueño. En cambio, la mueven a la izquierda cuando los sentimientos son negativos, como, por ejemplo, al cruzarse con un congénere rival.
Y, como ocurre en los seres humanos, el hemisferio izquierdo controla el lado derecho del cuerpo y viceversa. Así, si se activa el hemisferio derecho, la cola se mueve ligeramente más hacia la izquierda. Este comportamiento afecta a los perros cuando se cruzan. Si ven a otro perro que mueve la cola a la izquierda, el ritmo cardíaco se acelera y se sienten ansiosos. En cambio, si el otro perro mueve la cola hacia la derecha, están relajados.
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