El alemán de 44 años, pasó 30 minutos tratando de pescar, cuando de pronto se encontró con el inmenso bacalao, era tan grande que dos de sus amigos tuvieron que detenerlo. Eisele dijo que capturó el pescado a 10 kilómetros de la isla noruega de Soroya.
Michael cuenta: "Me llevó más de media hora llegar a los peces, cuando vimos el pescado me empezaron a temblar las piernas, "fue una sensación indescriptible", "estoy orgulloso de tener el registro".
Michael donó el pescado de su vida, al Museo de la Pesca de Noruega en Bergen. Sin embargo, ha presentado una solicitud de su captura con récord mundial a la Asociación Internacional de Pesca Juego.
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