Actualmente, los pingüinos de Humboldt no superan los 50 mil ejemplares en Chile y Perú. El fenómeno ‘El Niño’ y la acción de pescadores, en cuyas redes de enredan cientos de pingüinos, son las principales amenazas.
La corriente de Humboldt, de la cual recoge el nombre esta especie, es profunda y de agua fría y está cargada de nutrientes, pero cada cierto tiempo recibe aguas cálidas, lo cual altera el alimento de los pingüinos y cuando las aguas ecuatoriales superficiales ingresan a las costas chilenas, hacen que la corriente de Humboldt baje en profundidad, y ubican la corriente más cálida encima y haciendo que la distribución de alimento esté más lejana a los pingüinos", explica Guillermo Cubillos, jefe Sección Manejo y Bienestar Animal del Zoológico Nacional de Santiago.
Por eso los pingüinos tardan más en encontrar alimento. Si el fenómeno ocurre en época de reproducción, muchos de los huevos o crías mueren de frío y hambre, porque sus padres se demoran o incluso no regresan con comida.
Pero las aves están habituadas a este tipo de shock y al año siguiente se recuperan, pero a esto se suma que los huevos son comidos por las ratas.
Lo que está ocurriendo hoy es que la pesca está removiendo una cantidad importante de peces y no alcanzan a recuperarse.
Un programa de reproducción artificial que impulsa desde 2009 el Zoológico Nacional de Santiago ha logrado reproducir ya a seis pingüinos en cautiverio, una esperanza para la especie.
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