1. Manzanilla
La manzanilla es la hierba tranquilizante por excelencia. Funcionan en los humanos y también en los perros. La manzanilla también tiene efectos anti espasmódicos y ayuda para alivianar problemas digestivos. Si tu perro sufre de la panza por estrés o nervios, la manzanilla es el remedio perfecto.
Cómo dársela: Prepárale una tacita de té y espera a que se enfríe y dáselo en su plato. Si quieres puedes ponerle un poco de miel para que le sepa más rico.
2. Avena
La avena, como la manzanilla, es famosa porque sirve para ayudar a mejorar muchos males. En los humanos es muy útil para disminuir el colesterol, hace maravillas por la piel y es muy nutritiva. Para los perros, la avena tiene un efecto relajante porque son un tónico que calma los nervios.
Cómo dársela: Agrega hojuelas de avena en su comida cuando sabes que está nervioso. Puedes dárselas cocinadas o crudas.
3. Equinácea (o echinacea)
La equinácea se puso de moda porque la gente se dio cuenta de sus increíbles poderes para estimular el sistema inmunológico y así prevenir y combatir la gripa. Una de las cosas que pasan cuando perros y humanos estamos estresados es que el sistema inmunológico se debilita y somos más propensos a enfermedades.
Como dársela: La equinácea puede venir en cápsulas líquidas así que ponle unas gotitas en el alimento diario durante los periodos de estrés.
4. Lavanda
La lavanda ha sido usada por mucho tiempo como un relajante en los humanos. La usan en los spas para que te sientas más tranquilo y pues aplica igual para tu perro. Estudios científicos han comprobado que efectivamente, inhalar el aroma de la lavanda tiene efectos tranquilizantes y sedativos.
Cómo dársela: Si ves a tu perro nervioso, coloca unas gotitas de lavanda en un paliacate y amárraselo. La idea es que la olfatee, no que se la coma. También puedes echar unas gotitas en su cama para que quede el aroma impregnado.
5. Valeriana
La raíz de la valeriana es comúnmente usada como un sedante para la ansiedad y puede ayudar a calmar a tu perro si está muy nervioso. Está comprobado que además de reducir la tensión y la ansiedad, también ayuda a alivianar dolores musculares, estrés, cólicos y espasmos nerviosos. Cómo dársela: Al igual que con la manzanilla puedes hacerle un té y esperar a que se enfríe o si la consigues en cápsulas o en esencia líquida, coloca un poco del polvo o de las gotas en su comida.
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