Viviana Poremski estaba en el segundo piso de su casa de Baltimore, cuando se produjo un incendio. Mientras el fuego se propagaba, el perro de la familia, Polo, se colocó en la parte superior de la niña para de protegerla de las llamas. La madre del bebé, Erika, había salido a su coche un momento. Los bomberos explicaron que cuando entraron en la casa, encontraron a Polo cubriendo el cuerpo de la niña que sufrió graves quemaduras. /AFP
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