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domingo, 14 de abril de 2013

Bolivia La unidad canina pretende entrenar perros lazarillos

En el Centro de Adiestramiento Canino, Cac, dependiente de la Unidad de Bomberos de la Policía Nacional, reciben a diario muchas solicitudes de ciudadanos que buscan adiestrar a sus mascotas en obediencia, quieren mejorar el carácter de los animales con tendencias agresivas. Entre estas solicitudes destacan aquellas que pretender entrenar a los canes como asistentes de personas con cierta discapacidad, especialmente no videntes. Por ello, consideran expandir sus servicios adiestrando animales en estas tareas y de rescate, así como detectando alcohol, sumando así más especialidades, todas ellas llevadas a cabo por canes que son adiestrados por oficiales de esta institución.

Institución en continuo crecimiento. Desde fines de la década de los '80, cuando se crea esta unidad especial, se han incrementado las especialidades de los animales que llegan hasta este lugar, donde oficiales de la Policía Nacional se embarcan en la tarea de formar a los cachorros, como policías caninos, que coadyuvan en la tarea de reponer el orden, encontrar explosivos y drogas y en poco tiempo detectar alcohol y rescatar a personas en peligro, por el momento aprenden a desatar las cuerdas que esté maniatando a un ciudadano y se espera que pronto entrenen animales que ayuden en tareas cotidianas a personas con cierto tipo de discapacidad. "En La Paz ya comienzan a desarrollar la tarea de entrenar perros lazarillos y esperamos que pronto nosotros podamos hacerlo aquí", comenta el comandante de esta unidad, teniente coronel Marco Antonio Tapia Mendoza.

Entre los proyectos también contemplan establecer un criadero de animales "para poder autoabastecer nuestra unidad".

Hace más de 30 años que entrenan canes. La Unidad de Bomberos, dependiente de la Policía boliviana, se enorgullece de su cuerpo de caninos, denominado K-9, especializados en tareas de rescate, detectar explosivos y contener disturbios. Entre los más de 300 animales de las razas labrador, rottweiler y dogo argentino, por citar las principales, destaca un mastín napolitano de nombre Max, que llegó con pocos meses a esta unidad especializada y fue muy útil durante sus 8 años que estuvo a cargo del cabo Teodoro Valle, quien se encargó de criarlo, adiestrarlo en obediencia y entrenarlo en rutinas policiales para manejar disturbios, su presencia en el estadio es sinónimo de confianza entre sus camaradas humanos que en varias oportunidades se escudaron en este noble animal, comenta su adiestrador. “Con tantos años de trabajar juntos me encariñé con él, es como un hijo para mí”, comenta el policía que lleva 28 años ligado al Cuerpo de Bomberos y es un referente en el entrenamiento de canes.

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