El guepardo, el animal terrestre más rápido del mundo, sobrevivió a los cambios del planeta durante cuatro millones de años, pero en unas pocas décadas el hombre lo hizo entrar en la lista de especies amenazadas, pudiendo desaparecer en 2030.
Este cazador, que alcanza los 120 km/h, está en peligro porque es el único gran felino que tiene muchas dificultades para adaptarse a vivir en un parque natural protegido donde es víctima de la competencia de otros predadores.
Al comienzo del siglo XX, la población mundial de guepardos era de unos 100.000 repartidos en África, Oriente Medio, Irán y varios países de Asia. Hoy solo quedan 10.000 en libertad en el continente africano y un centenar en Irán.
“El principal obstáculo para la supervivencia de la especie en la naturaleza es la reducción y la fragmentación de su hábitat, así como los conflictos con el hombre”, según científicos que estiman que si no se toma ninguna medida específica, el guepardo salvaje habrá desaparecido en 2030.
Al contrario de otras especies amenazadas, como elefantes y rinocerontes, el guepardo no está amenazado por cazadores furtivos, sino que es el menos preparado para sobrevivir en un mundo en el que los territorios salvajes se reducen año tras año.
Como es el más débil de los predadores, pierde sistemáticamente si tiene que enfrentarse con leones o leopardos, más pesados y fuertes que en el mejor de los casos le roban su presa antes de que pueda comerla. Se estima que en África el 90% de los guepardos viven fuera de las zonas naturales administradas por el hombre, lo que los deja a merced de las balas de los granjeros, que defienden su ganado.
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