Es precisamente de este último concepto del que se han agarrado expertos internacionales que practican esta habilidad desde la perspectiva educativa y para preservar el rol biológico de las especies avíperas y en mayor porcentaje para el control de plagas en las áreas de la agroindustria. Santa Cruz y Bolivia no se quedan al margen de esta iniciativa.
Una organización de preservación de aves y el Zoo dan el primer paso. Desde el 2012 un grupo de seis profesionales entre biólogos y veterinarios, se capacita con la finalidad de beneficiar a este tipo de aves en cautiverio a través de un control más específico de dietas, la práctica y tonificación de su musculatura pero ante todo para rescatar su esencia y el papel biológico que desempeñan en la naturaleza.
Es el caso del veterinario Pablo Ulloa y el guarda-fauna, Rubén Godoy quienes realizan esta habilidad en el Zoológico municipal con el entrenamiento de aguiluncho andino y un halcón.
Luego de ser capacitados por el experto español Javier Delgado, en el adiestramiento de aves en cautiverio, los funcionarios realizan semanalmente exhibiciones donde ya se ven los primeros resultados.
Las aves como protagonistas y autodefensoras de sus especies Mostrándose fieles a las órdenes de sus “amos” estos dos animales vuelan libremente y se alimentan hasta 15 metros de distancia de sus adiestradores y retornan nuevamente para someterse a la mano del hombre.
Según menciona Ulloa, el primer paso para obtener la fidelidad del animal, fue acostumbrarla a su humanidad a través de su alimentación y constante tratamiento veterinario. Sin embargo, afirma que estar en constante contacto con el animal no son suficientes ya que también se precisa que el animal se adapte al tacto, al sonido y movimientos del ser humano.
"Es un reto que no es sencillo de asumir, aunque vale la pena porque le devuelve la esencia y la naturaleza del animal así como su rol en el ecosistema, entre otros beneficios para el animal cautivo como la ejercitación de músculos y alas”, dice el joven profesional que es funcionario del parque Zoológico de la capital y que también forma parte de la agrupación Aviar que lucha para la preservación de las especies avíperas en nuestro medio.
Un aliado de control biológico. Al igual que Ulloa son cinco los profesionales que se capacitan desde el 2012 en Santa Cruz por el experto en biología y veterinaria Jaime Delgado.
Llegado desde España hace cinco años, el extranjero vio por conveniente implementar la técnica de esta habilidad en Bolivia para la conservación y preservación de aves, aunque no descarta poner en práctica la iniciativa en la agroindustria como una manera de control biológico de plagas.
“La cetrería es una práctica noble que ha dejado de ser la forma de cazar aves sino de un aliado natural que puede acabar con problemas de plagas sin necesidad de usar la fatalidad y matanza de otras especies “dañinas” para la agroindustria y otras áreas", señala el experto.
De acuerdo a lo que explica, la cetrería es reconocida como una práctica ancestral para cazar, aunque aclara que hoy en día la habilidad realiza funciones que van más allá de la caza tradicional, llegándose a utilizar como método disuasorio para evitar que las aves y otros animales invadan el área de movimiento de los aeropuertos.
Según señala, la cetrería se ha mostrado como el sistema más eficaz para evitar el peligro de las aves en los últimos años a nivel internacional. Esta es precisamente la razón por la que actualmente se encuentra realizando un proyecto de adiestramiento de aves rapaces a fin de ser presentado a diferentes industrias y sectores productivos, tomando en cuenta que hay zonas en el departamento que son seriamente afectadas por la proliferación de aves plaguicidas como el norte integrado y la zona de este del departamento. "Esta práctica no es una novedad, sino una aliada para combatir plagas. Creo que Bolivia no puede quedarse atrás cuando es una técnica muy aplicada y útil en otros países de Latinoamérica”, dice a tiempo de resaltar la práctica en países como Argentina y Perú para fines casi similares.
Antecedentes
La historia, la marca como la actividad noble.
La caza con aves rapaces se encuentra entre las formas de caza más antiguas que ha practicado el hombre. Incluso, en las tumbas de los faraones del antiguo Egipto se han encontrado halcones momificados. La idea de cazar con aves rapaces adiestradas tiene su origen presumiblemente entre los pueblos cazadores de las estepas del centro de Asia hace 3.500 años. Efectivamente, en las inmensas llanuras abiertas, el ave rapaz era el arma de caza más apropiada de las conocidas hasta aquel momento.
La caza con halcones fue mencionada por primera vez en Europa por Julius Firmicus Matemus de Sicilia el años 330 dC y se han conservado el mismo arte y las mismas atenciones que hace siglos hasta hoy en día.
En la Edad Media, la guerra, los duelos, la caza y el torneo constituyeron las coordenadas de la vida noble. La caza con aves, no era para el señor solamente un deporte, sino que también tenía una importante función social. Era fuente de alimentos nobles, por tanto, una importante función social, un motivo de prestigio ante los campesinos y, además, servía de preparación para las batallas.
En la actualidad, la halconería aún tiene su papel de poder y prestigio en los Emiratos Árabes. También se utilizan en los aeropuertos para evitar accidentes. Gracias a los halconeros mundiales no han desaparecido muchas rapaces, ya que su cría en cautividad, inseminación artificial y el método de cría hacker hacen que se recuperen las poblaciones.
Los halconeros son utilizados también en el control de exceso de animales, creando un equilibrio medioambiental
No hay comentarios:
Publicar un comentario