Juntos, pero no revueltos. Pero, eso sí, enfatiza que el niño debe tener a la mascota después de los dos o tres años. "A esta edad ya puede jugar bien con el perrito". Dice y al mismo tiempo advierte que si bien la mascota puede estar con el niño, esta no puede dormir con él.
Puntualiza en las medidas que se deben tener con estas mascotas y entre ellos nombra las vacunas. “El animal debe tener todas las dosis inyectadas para estar correspondientemente desparasitado, sin pulgas ni garrapatillas”, dice. Además, recomienda que se debe visitar cada veinte días al veterinario. "En estas oportunidades, deben dar un baño antiparasitario y corte de pelo", aconseja
Ni razas, ni pequeñas. No debe ser cualquier perro, señala el profesional, ya que según su opinión la raza influirá bastante en la relación niño-perro. Ante ello, el veterinario, Job Fernández, indica en razas específicas (ver fotos). "Estos perros son perfectos ya que son dóciles y se adaptan a cualquier ambiente", explica.
Entre sus principales características es que son medianos. En tanto, los de raza grande o pequeña no son recomendables. Los primeros son territoriales y los segundos suelen ser agresivos. "Son perros que ante una acción, tienen una reacción, en este sentido, los niños pueden sufrir mordidas", precisa.
No obtenga las mascotas muy pequeñas. Fernández señala que otro problema con el tamaño, en el caso de los perros grandes, es que si el niño es pequeño, puede ser aplastado o golpeado por la fuerza del animal. Así, también el profesional, enfatiza que lo mejor es comprar un perro adolescente, ya que a esta edad el perro tiene una predisposición a aprender.
El profesional indica que el perro puede contagiar de tres enfermedades, con la cuales se tiene que tener cuidado. "Son fatales para el niño", dice, el experto y nombra a la toxocara, leishmaniasis, leptospira, como enfermedades patológicas.
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