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jueves, 28 de agosto de 2014

¿Los perros realmente escuchan a sus dueños?

Son nuestros amigos, compañeros fieles e incluso miembros de nuestra familia. El perro es el mejor amigo del hombre y también un animal muy inteligente. Seguramente tu perro viene cuando lo llamas, pero siempre queda la duda acerca de si los perros realmente escuchan a sus dueños y cuáles son sus capacidades. Intentemos echar algunas luces al asunto.

Nuestros perros suelen reaccionar al escuchar su nombre y aunque durante mucho tiempo se pensó que lo hacían por la forma del sonido, los científicos quisieron investigar sobre el tema y los resultados son sorprendentes.

Los perros no solo escuchan a sus dueños, sino que además reaccionan a las palabras de manera similar a como lo haría una persona. Los canes incluso pueden detectar emociones en la forma en que decimos algo.

Se estima que pueden saber si estamos tristes o felices, ya sea por la forma en que entonamos las palabras; dándoles inflexión, o bien detectando el llanto y la risa humana. Los perros reconocen las emociones y las procesan, por ello su reacción: pueden acercarse a su amo y confortarlo cuando lo ven triste, así como también ponerse juguetones ante la risa.

Los amos están en profunda sintonía con su perro y son capaces de detectar si su mascota está feliz, enojada o adolorida por su tipo de ladrido o sonidos emitido, incluso cuando se trata de señales sutiles que un desconocido no entendería.



EL CEREBRO

DE LOS PERROS

Para comprender cómo reaccionan los perros a la voz y emoción de sus dueños, científicos húngaros realizaron un estudio para comprender cómo lo hacían. Primero se les entrenó para que pudieran permanecer inmóviles mientras se les realizaba una resonancia, esto mediante estímulos de recompensa positiva.

Una vez que estaban listos, se procedió a realizar 7 sesiones de 8 minutos de duración cada una. En las sesiones se reproducían varios ruidos; desde la voz de los humanos a ruidos propios de los perros, pasando por sonidos ambientales, silbidos y ruido de autos. Para comparar, se hizo lo mismo con voluntarios humanos.

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