Los noticieros de todo el mundo hablan de un milagro, pues es casi imposible que una niña de su edad sobreviviera por tantos días, comiendo frutos silvestres y soportando las bajas temperaturas de esta región de Rusia.
La niña salió de Sakha con su perro para quedarse con su padre en una aldea cercana, pero al llegar el hombre se había ido a apagar un incendio y ella se aventuró en el bosque para buscarlo. La señal de los celulares es pobre en estas zonas y sin un medio de comunicación, la madre solo logró darse cuenta de su ausencia 4 días después.
La historia podría haber resultado de otra manera si el perro no estuviera con ella, porque algunos días más tarde, fue su mascota la que acudió a la aldea, alertando a los pobladores y permitiendo la búsqueda. Los rescatistas siguieron la pista del cachorro y así llegaron a la niña.
Para lograr seguir con vida la niña pasó muchas noches junto a su cachorro, quien le dio el calor suficiente y compañía para estar a salvo. Además pudo alimentarse con algunos frutos que encontró allí, aunque no eran demasiados. Kyrachaan, el pequeño perro, llevó a los rescatistas hacia un alto y espeso pastizal (que también sirvió de resguardo contra el frío), donde estaba escondida la niña.
La pequeña Karina solamente sufrió picaduras de mosquito y alguna que otra herida menor en los pies, pero aparte de eso, está en buenas condiciones. Las temperaturas durante la noche suelen estar por debajo de los 0 °C, lo cual vuelve muy complicada la supervivencia, incluso de los adultos.
Sin embargo, la heroica actitud de este perro permitió que la niña se mantuviera sana y que los rescatistas llegaran a ella. Los altos pastos hubieran hecho imposible la tarea de buscarla incluso para los helicópteros y los drones, pero la guía del cachorro fue fundamental.
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