Buscar

domingo, 1 de mayo de 2011

Perros pit bull matan a tres mascotas en un mes

En el último mes, tres perros perecieron bajo las fauces de ejemplares de las razas american pit bull terrier y bull terrier en la ciudad de La Paz, que tiene una regulación sobre tenencia y transporte de este tipo de canes que no se cumple.

La Razón se comunicó con dueños de mascotas que fueron agredidas por perros de estas razas. Fabiana C., vecina de Villa Armonía, contó que el 31 de abril un pit bull, de propiedad de la familia Villarroel, mató a su mascota.

“El perro corrió furibundo y fue directo hacia mi perrito matándolo en cuestión de minutos. Lo hemos denunciado y he ido donde el dueño del pit bull, quien se comprometió a llevarlo a la perrera municipal (Unidad Municipal de Zoonosis) una semana para que esté en observación, pero parece que no cumplió el compromiso”, contó.

El arreglo incluyó, además, que el dueño del pit bull le devuelva otro perro, y “aunque así lo hizo, no es igual”, se lamenta.
La vecina dice que pasaron unos días y el mismo pit bull volvió a atacar a otro can, aunque por fortuna no llegó a matarlo.

“Ese perro es muy peligroso, y no creo que el dueño lo haya llevado a observación porque ahora sacó un aviso que anuncia que se ha perdido y ofrece una recompensa de Bs 500”. Sin embargo, ella cree que el perro sigue allí y que la versión de su extravío en realidad busca que la Unidad Municipal de Zoonosis no dé con él.

Según el director de esa unidad, Héctor Mensias, Zoonosis no recibió ninguna denuncia de este tipo. “No tenemos denuncias este 2011 de perros que hayan matado a otros perros. El año pasado sí, denuncias de animales que atacan a otros las tenemos todos los días, pero no de muertes, ni de esas razas específicamente”, manifestó.

Cuando un perro mata a otro, sea la raza que fuere, Zoonosis dice que hace cumplir la Ordenanza 511/05, del 2005 y el “Reglamento sobre Tenencia, Control y Protección de Animales en el Municipio de La Paz”, es decir, que se “notifica a los dueños del perro agresor, se apersonan y vemos la magnitud del daño que ha hecho y generalmente se llega a una conciliación entre las partes. No ha habido casos de muerte. Cuando así sucede el procedimiento es el decomiso y posterior sacrificio del agresor”, dice Mensias.

Los ataques de perros de las razas pit bull y bull terrier contra otros canes son denunciados al menos dos veces por semana a la ONG Animales SOS Bolivia, expresa su presidenta Susana del Carpio.

Otro historia con la que se topó La Razón es la de Javier M., vecino de villa Germán Jordán. “Al frente de mi casa hay un animal que ataca a los otros perritos, ya van tres o cuatro veces, es un bull terrier. Este can ya mató a un animal la anterior semana (8 de abril), no vino nadie de Zoonosis. Es peligroso porque hay hartos niños por el colegio Pedro Poveda”.

En este caso, el dueño también colocó un letrero que informaba sobre el extravío del animal, “pero es mentira porque volvió a atacar este viernes (15 de abril)”, añadió el testigo a La Razón.

De acuerdo con Javier M, otro testigo, un funcionario de la Alcaldía se acercó a los vecinos y pidió una lista de las personas que habían visto las agresiones. “Ojalá hayan arreglado bien. Cuando uno ve que el animal es peligroso hay que decirlo, pero la dueña se molestó y nos tildó de ociosos”, comentó.

El 26 de marzo, en villa Copacabana, calle 1 de Alto Pacasa, la perrita de Sandra Illanes fue asesinada por el pit bull de Luis M. En ninguno de los tres casos los dueños de los canes agresores cumplieron la norma (ver pág. A9).

Se entrenan con perros de la calle

Testimonio. Paseando por Chasquipampa, divisé en plena avenida a dos perros enredados en una sangrienta riña. Ante mis amenazas, los dueños de una pit bull café sujetaron a su animal. El otro perro, un bóxer con el labio destrozado por los mordiscos, reaccionó positivamente ante mis reprimendas. Allí terminó la pelea. Ya con más calmado, pude entender que se trataba de dos pandilleros y que no era la primera vez que salían a la calle buscando “entrenar” a su mascota. Luego, con ayuda de un policía, los pandilleros fueron conducidos hasta un retén policial donde Francisco P. G. permaneció arrestado ocho horas; no retuvieron a la perra.


No hay comentarios:

Publicar un comentario