Teniendo en cuenta que la autonomía municipal tiene la capacidad de gestionar sus propias normas y todos los asuntos concernientes a su administración, también tiene la potestad de realizar un empadronamiento que controlaría la población canina, la reproducción, robos, comercio, a su vez sancionaría a dueños por abandono y crueldad e infracciones por ensuciar parques y vías.
En ese marco, el investigador y comunicador social, Raúl Morales, manifestó a EL DIARIO que para solucionar el incremento de la población de animales domésticos o dependientes, los diferentes gobiernos municipales, mediante su repartición de Zoonosis, deberían realizar a la brevedad posible un censo de mascotas en la jurisdicción y después la sistematización de datos en el ámbito nacional autonómico.
Asimismo, Morales sostiene que mediante este censo se podría establecer con cierta cabalidad el número de perros, gatos y otras mascotas que se encuentran en las diferentes ciudades del país, regulando sistemáticamente su tenencia mediante una norma u ordenanza establecida por la comunidad autonómica.
REGISTRO DE INSCRIPCIÓN
El padrón sistematizaría la creación de un registro de inscripción que identificaría al animal por raza, sexo, nombre, fecha de nacimiento, lugar de residencia y datos del propietario, además que también ante cualquier extravío o sustracción de animal, éste sería inmediatamente reconocido por el sistema de identificación, donde reside y el nombre del dueño.
“Los dueños tendrán un período de tres meses para la inscripción de su mascota desde la fecha de su nacimiento o adquisición de animal. Cuando la mascota sea trasladada a otra zona por motivo de cambio de domicilio, los responsables tendrán 30 días para modificar el registro”, explicó Morales.
Por otro lado, las clínicas veterinarias estarían obligadas a transmitir los datos de los animales que son atendidos al centro de datos del gobierno municipal, como la persona que se presenta como responsable de la mascota. Al mismo tiempo, las sociedades de protección coordinarán con las reparticiones de Zoonosis la puesta en vigencia de este registro, explicó el investigador.
En ese sentido, los veterinarios, instituciones de crianza y organizaciones de protección poseerán el tiempo limitado para enviar sus listas actualizadas a los centros de Zoonosis. El registro deberá comunicar la venta, donación, traspaso, además de cualquier incidencia que se pudiera producir a lo largo de toda su vida, informó.
En cuanto al ámbito nacional, las dependencias de cada gobierno municipal actualizarían sus bases de datos, hecho que permitirá el control de animales domésticos o dependientes, cuando éstos fueran trasladados a otra jurisdicción autonómica. De esta manera se controlaría el robo, comercio, rabia y crecimiento de la población canina en el ámbito nacional.
Según Morales, a esta norma le correspondería adecuarse también a varias ordenanzas municipales que precautelan el bienestar de las mascotas dependientes, velando porque no sean maltratados y sancionando a aquellos dueños inescrupulosos. Igualmente multar a aquellos propietarios que abandonen a sus mascotas en la calle en cada comunidad autonómica.
“Este registro ayudaría a aquellos miembros de la comuna a poder identificar a los malos propietarios que no levantan las heces fecales de sus mascotas en vías y parques, procediendo a la multa. Por otro lado, el control de salud y natal se vería fiscalizado, dado que las mascotas hembras no podrían tener simultáneamente crías. En caso de muerte el registro se cerraría”, detalló.
Los datos del registro de los dueños de mascotas o dependientes estarán predeterminados con su nombre, teléfono y domicilio. Cada propietario contará con una tarjeta que acredite la propiedad del animal, su estado de salud y vacunas.
Por último, explicó que los propietarios deberán pagar un precio mínimo por la inscripción de su mascota en el Centro de Zoonosis. Este mecanismo precautelaría cualquier comercialización de una mascota extraviada o robada.
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