Zoonosis El Alto informó que muchas de estas ventas son hechas por comerciantes ambulantes que no acceden al control de sanidad que realiza esta unidad. Algunas personas que se hacían pasar como compradores denunciaron que se comercializan canes que fueron robados y en más de una ocasión dieron con sus mascotas.
Alrededor de las 8:30, en la calle Fournier, un comprador preguntó: “¿A cuánto está la hembrita?”. Se refería a una rottweiler de tres años de edad. El comerciante de inmediato respondió que cuesta 500 bolivianos. “Es tranquilita y hasta tiene leche”, dijo el vendedor. Se pudo constatar que no todos los perros son ofertados por sus dueños.
Hasta antes de las 9:30, se ofertaban en el lugar una rottweiler de tres años, un doberman de un año y siete perros de raza boxer, tres cachorros y cuatro adultos.
Página Siete preguntó el precio de un can de raza doberman. La persona que lo ofrecía no estaba segura de su edad. De hecho, no tenía conocimiento sobre cómo identificar la edad de la mascota, por ejemplo, por el estado de los dientes del perro.
Los precios varían por la edad de las mascotas y por la urgencia de su venta. En algunos casos se observó que el comerciante aceptará cualquier regateo con tal de vender al animal. “Si no, lo que tengas nomás”, dijo un vendedor de la perra rottweiler.
Se encontró un boxer que sufría de catarata en su ojo derecho y lo ofrecían en 350 bolivianos. Otro can de la misma raza, en mejores condiciones, se ofrecía en 500 bolivianos. Ambos eran adultos. Los cachorros, por su parte, eran más caros. Se vendía una pareja de boxer de dos meses a 700 bolivianos cada uno.
La venta de estos animales desapareció alrededor de las 9:30, cuando el personal de Zoonosis inició el control. Se pudo advertir a la gente que busca a sus mascotas perdidas casi hasta el mediodía. El control de Zoonosis detuvo la venta de estos animales y ahuyentó a los vendedores.
Control de venta
Debido a que una perra rottweiler atacó el lunes 20 de mayo a la niña Rosalía Apaza, quien todavía permanece en terapia intensiva en el Hospital del Niño de La Paz, la Unidad de Zoonosis de El Alto inició el control de la venta de perros de razas potencialmente peligrosas en la Feria 16 de Julio y en otras ferias alteñas.
“Se va a hacer cumplir la ordenanza municipal 164, que indica que está prohibida la comercialización de canes potencialmente peligrosos. Tenemos a los rottweiler, pitbull, boxer, doberman y terrier, entre otros”, dijo el jefe de la Unidad de Zoonosis, Fernando Rivas.
Explicó que se decomisará a todo can de dichas razas que esté siendo comercializado. Las mascotas serán llevadas a un albergue y, para recuperarlas, sus dueños deberán registrarlas en la Unidad de Zoonosis alteña.
El trámite de registro es obligatorio para todo propietario de perros de 12 razas consideradas peligrosas y tiene un costo de 500 bolivianos, monto de garantía de buen comportamiento. “Tienen que venir a las oficinas de Zoonosis ubicadas en plena Ceja de El Alto, en el centro de salud, planta baja. Deben obtener un certificado de buena conducta del dueño, como también un certificado médico-psicológico, revisado por Senasag y Zoonosis”, dijo Rivas.
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