La niña Rosalía Apaza (4) ha sido intervenida quirúrgicamente hace pocos días y parece que podrá recuperarse, aunque nunca más será la misma. El ataque de una perra de raza Rottweiler, en la ciudad de El Alto, casi le cuesta la vida. La niña fue atacada por la perra, preñada, cuando regresaba de comprar carne.
A raíz de este hecho, varias voces se alzaron para encontrar solución a un problema que la sociedad boliviana arrastra desde hace mucho: la irresponsabilidad en la tenencia de mascotas, y el uso de éstas para fines nada amigables, aunque se diga que el mejor amigo del hombre es su perro.
Luego del ataque a Rosalía, el diputado Javier Zavaleta, diputado disidente del Movimiento Sin Miedo (MSM), presentó un proyecto de Ley para regular la tenencia de animales de razas consideradas peligrosas, mismo que incluía el sacrificio de animales de estas razas. Este proyecto se suma a otros trece que se tienen pendientes desde 2007 en la Cámara de Diputados, algunos de ellos presentados poco después de que un grupo de los denominados Ponchos Rojos, a la cabeza del ahora senador Eugenio Rojas, degollaran dos cachorros como advertencia “de lo que podía pasarle a la oposición” del actual gobierno.
LEYES A LA VISTA
Luego de que la propuesta del diputado Zabaleta se hiciera conocida, varios activistas comenzaron a refutarlo asegurando que el problema no va a solucionarse con una ley de exterminio, sino que debe aplicarse una normativa integral. Es el caso del proyecto de Marcela Revollo, cuya propuesta elaborada junto a otros diputados, tiene el objetivo de prevenir que los animales sean agresivos como consecuencia del maltrato de sus dueños. O el de la presidenta de la Comisión de Política Social de la Cámara de Diputados, Elizabeth Reyes, que también aboga por la elaboración de una ley integral de tenencia de animales en Bolivia. "Hay que trabajar en una ley integral (...), una ley responsable, bien trabajada, para que haya corresponsabilidad de todos, desde el Estado hasta los ciudadanos", ha dicho Reyes.
La ex diputada Ximena Flores también presentó un proyecto de Ley, el PL 996, especialmente dedicado a la tenencia de razas poderosas, en el que se incluyen varios artículos que norman cómo deben manejarse, el contexto y la responsabilidad de los dueños, que para Flores es fundamental en que un animal sea más o menos agresivo.
Por su parte, Animales SOS presentó hace años un proyecto en el que se tasa con impuestos a los dueños de mascotas, dependiendo la raza, si están esterilizados o no, etc. Tampoco se dio curso a esta propuesta.
Sin embargo, existe una ordenanza municipal que debió cumplirse en el caso de la pequeña Rosalía y la perra agresora, la Ordenanza Municipal 164/2006 del municipio de El Alto, que no se ha cumplido. Esta ordenanza establece un régimen de sanciones y tarifas a infracciones, según su clasificación: leves, graves y muy graves, y debería normar la venta de animales en la Feria 16 de julio, lo que tampoco se cumple, por lo que los asociados de esta Feria han decidido autónomamente prohibir el comercio de perros de las razas observadas (ver recuadro).
La Ordenanza Municipal 164/2006 refiere a la Tenencia, Control y Protección de Animales en el Municipio de El Alto, menciona el cuidado, protección, vigilancia y regulación de la crianza, el crecimiento y la vida de los animales domésticos, e impulsa el trato racional y humanitario, propiciando el respeto y consideración a las diferentes especies animales, domésticos y no domésticos, erradicando y sancionando el maltrato, así como los actos de crueldad innecesarios para con los mismos y, finalmente, establece las prohibiciones y sanciones de la tenencia de animales en el municipio de El Alto. Los dueños de Natushka, la perra Rottweiler que atacó a Rosalía, han incumplido cada uno de estos artículos, sin embargo no han sido sancionados.
¿PROBLEMA DE RAZAS?
De acuerdo a la organización Animales SOS, cada día el hospital del Niño de La Paz atiende hasta 6 niños por mordeduras que provienen de perros mestizos o criollos. El 99% de las mordidas que se registran en Bolivia son a causa de los perros mestizos y criollos, no así de las llamadas “razas peligrosas”, entre las que se quiere incluir al Rottweiler y al Pitt Bull, las más comercializadas en Bolivia.
De acuerdo a los expertos, no existe una raza más o menos peligrosa. La agresividad de un perro es una característica principalmente individual y con sólo un cierto grado de influencia genética. Una correcta socialización y educación de los cachorros es la principal arma para evitar un carácter agresivo y otras conductas inadecuadas. Un perro peligroso es el que muestra signos de serlo por su conducta, no por si es de una raza u otra o si tiene un aspecto musculoso o robusto.
Un Rottweiler es mucho más grande y fuerte que un chihuahua, por lo que da por asumido que el primero es más peligroso; sin embargo, se tienen reportes de mordeduras de perros pequeños que han llegado a costar la vida de algún niño, o heridas profundas y graves. Un Rottweiler bien socializado y que ha aprendido a inhibir su mordida, es menos peligroso que un chihuahua que no ha aprendido a inhibir su mordida o que no ha sido socializado correctamente. Por otro lado, las mordidas de perros pequeños no son reportadas con tanta frecuencia como las de los perros grandes, porque la gente tiende a no temer a los perros pequeños.
Si bien la presidenta de la Cámara de Diputados, Betty Tejada, ya ha anunciado que no se dará curso a la propuesta del diputado Zabaleta, no ha dicho qué se piensa hacer para regular la tenencia de mascotas, su comercialización, y las sanciones a quienes los maltratan.
Esperar a que suceda otra desgracia, es jugar con la vida de los más vulnerables, los niños, quienes deben desde pequeños aprender a respetar, y si es el caso convivir, con los animales. (Con datos de Animalia.com, www.animales.org,
www.losanimalesmeimportan.org. Wikipedia ).
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