La paraba barba azul, el cóndor andino y la peta gigante están en peligro de desaparecer, según la última evaluación de la Red Nacional de Voluntarios Ambientalistas (Red Nava), que elaboró una lista de 68 especies vulnerables. La caza y expansión agrícola son las causas.
“Son 68 especies en peligro de extinción de un total de 314 animales amenazados. La evaluación se hizo con base en el Libro Rojo de los Vertebrados de 2009, pero se estima que actualmente estos ejemplares redujeron su cantidad en 15% durante los últimos tres años”, informó el presidente de la Red Nava, Richard Colque.
El ambientalista dio a conocer las tres especies en situación crítica de extinción a causa de la expansión de la frontera agrícola, por la actividad humana y la caza furtiva. La primera es la paraba de barba azul, un ave que sólo habita en Beni y cuya situación es similar en el resto del mundo por su bajo éxito reproductivo.
El cóndor andino, uno de los rapaces más grandes, es el segundo a pesar de ser el emblema del escudo de Bolivia. Recientemente una fotografía circuló en las redes sociales y generó polémica, en ella se veía a un ejemplar muerto y a comunarios que exhibían el largo de sus alas.
La peta (tortuga) gigante es un animal tan antiguo como los dinosaurios y es apreciado por su carne y sus huevos, hecho que la hace una especie muy demandada en el mercado ilegal.
Entre el listado también figuran el caimán negro, la rana gigante (rococó), la culebra, el mono araña, el bufeo rosado, el quirquincho, el karachi, la chinchilla, el guanaco, la nutria, el venado, el chancho del monte, entre otros. En el caso de los peces, es la contaminación del agua la que amenaza su existencia.Lidema. El análisis Estado Ambiental de Bolivia, realizado por la Liga de Defensa del Medio Ambiente (Lidema), señala que las 22 áreas protegidas del país son los espacios en los que los animales sufren más las consecuencias del modelo de desarrollo extractivista. Dichos territorios albergan cerca del 70% de los ejemplares de fauna y flora.
Sin embargo, Dedy Gonzales, directora de Biodiversidad del Ministerio de Medio Ambiente, aseguró que las 22 áreas protegidas tienen buenos resultados en cuanto a la preservación de flora y fauna, pero reconoció que existen limitaciones logísticas y de personal para cubrir la amplitud de cada uno de los parques.
Por su parte, Lorena Kempff, directora de la Fundación Noel Kempff, responsable del área protegida de Santa Cruz que lleva el mismo nombre, sostuvo que la destrucción del hábitat natural, el tráfico ilegal y la caza con fines comerciales son las principales amenazas en las tierras bajas del oriente.
Como una forma de frenar dichas acciones, pidió que las áreas protegidas se establezcan como políticas de Estado, al tener la mayor riqueza faunística del país, así como el fortalecimiento de la normativa de vida silvestre, a la que calificó de “débil e insuficiente”.
Colque coincidió con la necesidad de trabajar en leyes que favorezcan a los animales. “El Gobierno debe aplicar normativas para proteger a la fauna, actualizar la Ley de Medio Ambiente que data de hace 20 años y renovar los límites de contaminación para empresas, el ritmo de ese entonces es diferente al de ahora”.
Al respecto, Rodrigo Herrera, responsable de normas de vida silvestre de la Dirección de Biodiversidad, informó que se cuenta con dos anteproyectos de ley que pretenden actualizar y complementar la Ley de Medio Ambiente, que fue promulgada en 1992, en el marco de la actual Ley de la Madre Tierra.
El primero propone la modificación del Código Penal para tipificar los delitos contra la fauna. “Proponemos incorporar el ‘faunacidio’, que es la muerte a una especie, para que por medio de imposición de sanciones se ejemplifique y se evite la caza ilegal, el tráfico y el maltrato”, explicó Herrera.
El documento plantea cuatro años de prisión para el “faunacidio” de animales domésticos, siete para los silvestres y un agravante de diez años si se trata de fauna en peligro de extinción.
La segunda propuesta de normativa pretende consolidar el Sistema Nacional de Áreas Protegidas (Sernap), que existe actualmente pero con un enfoque a las nuevas directrices de gestión territorial dentro de las políticas de desarrollo.
Agregó que ambos anteproyectos son socializados desde hace dos semanas con las instituciones y organizaciones que participan del taller “Aprovechamiento de la Vicuña”, realizado por la misma dirección. “Esperamos contar con la normativa este año”, dijo.
Un nuevo libro rojo para 2014
El Libro Rojo de la Fauna Silvestre es un estudio que categoriza y actualiza el estado de conservación de peces, anfibios, reptiles, aves y mamíferos del país, bajo cinco criterios de distribución y abundancia de especies. Éste es realizado cada cinco años y el último es de 2009, por lo que la Dirección de Biodiversidad gestiona recursos para renovar los datos, que indican que hay 139 ejemplares amenazados: 22 en peligro crítico, 46 en peligro y 125 en vulnerabilidad.
Veladas y actividades por el medio ambiente
El miércoles se celebrará el Día Mundial del Medio Ambiente y las instituciones ambientalistas aprovecharán la oportunidad para realizar diferentes actividades de concienciación y cuidado de la fauna boliviana.
“Voces por el medio ambiente” es el nombre de la velada artística conjunta entre la Red Nava y Lidema, la misma que se realizará en la plaza San Francisco, de La Paz, acompañada de tradición y cultura.
El Ministerio de Medio Ambiente y Agua también alista un festival con la temática de preservación de la fauna y la flora en Tiquipaya, Cochabamba, que estará amenizado con escenas de teatro y mensajes educativos.
La actividad comenzará a las 09.00 en la plaza principal y contará con la participación de todas las instituciones ambientalistas dependientes del Gobierno, y alumnos de diez colegios del municipio.
Bolivia se encuentra entre los 15 primeros países con mayor biodiversidad en el mundo, esto significa que se alberga entre el 35% y 45% de la flora y fauna mundial, por ello, las instituciones y el Ejecutivo adelantaron que instarán a proteger la naturaleza.
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