El puercoespín, que se encuentra en algunas regiones de Europa, Asia, Africa y América, es un roedor que mide unos cincuenta centímetros de longitud, emite un sonido parecido a un alarido lastimero muy característico. Su cuerpo en la parte posterior se encuentra protegido de púas, excepto en el vientre, las más largas miden de quince a veinticinco centímetros de largo, son las más peligrosas; las que más dañan al enemigo que intente cazarlo. Sin embargo, el puercoespín por naturaleza es de carácter pacífico, preocupado en buscar alimento que consiste de raíces, frutas silvestres, cortezas y semillas
Cuando el puercoespín es atacado, lo primero que hace es proteger su hocico que es la parte más sensible del animal. Luego levanta sus pinchos y agita nervioso la cola, lo que le da un aspecto terrible y peligroso. Si esta estrategia no funciona, o está impedido de escapar, se enrosca formando una bola de púas. ¿ Quién podría acercarse a un animal en estas condiciones?
A veces un tigre o un leopardo hambriento trata de cazarlo, pero le costará bastante trabajo hacerlo. Sus púas se hunden en la carne del atacante y como éstas se separan del cuerpo del puercoespín, quedan en el de su enemigo ocasionándole heridas muy dolorosas. Un pincho que se inserte en algún otro animal, éste se hunde cada vez más en la herida, causando dolores terribles, incluso la muerte del adversario.
Sólo dos animales saben como atraparlo: la marta que para matarlo lo tumba boca arriba y le destros a mordiscos el vientre, única parte que no está protegida de pinchos; y el leopardo, que sabe que el hocico es el punto débil del puercoespín, y lo mata dándole un manotazo en esta parte.
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