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lunes, 13 de agosto de 2012

Zoológico Andino continúa con jaulas para águilas y cóndores

El Zoológico Andino de Oruro, ubicado a 3.706 metros sobre el nivel del mar, aún mantiene las jaulas para águilas y cóndores, mientras que los patos y gansos caminan sin problemas por los pasillos, mientras otros se encuentran en las piscinas pequeñas, construidas para mejorar sus condiciones de vida.

El cóndor Gonzalo, que fue rescatado de Caracollo, con la pata izquierda lastimada, hace diez años que se encuentra acurrucado, enjaulado y hace muy pocos movimientos para volar. No está solo, sino acompañado por otro cóndor que tiene su cuello blanco. A pocos metros, están otros cuatro ejemplares.

Las jaulas fueron ampliadas y reacondicionadas hace más de tres años. Su altura es de ocho metros, como para que los cóndores puedan realizar algunos saltos o vuelos pequeños. En la vida natural están acostumbrados a volar en forma permanente en los cielos.

Gonzalo, fue recuperado el 1 de enero del 2003, con la pata izquierda lastimada. Esa vez, era pequeño y vivía en Caracollo, como consecuencia de una trampa que le habían tendido para capturarlo. Puede caminar con dificultades, pero volar se hace imposible, porque debe tomar impulso para su cometido.

El Zoológico ya no tiene animales del oriente, como los leones, pumas, loros, tortugas y un tejón. En ese recinto, ubicado en la zona sur de la ciudad, se encuentran llamas, vicuñas, patos, palomas, águilas en gran cantidad, pero enjaulados, al igual que los cóndores. También hay monos nacidos en cautiverio y en el zoo de Oruro.

En enero del 2012, la alcaldía de Oruro entregó a 28 animales de tierras bajas para que vivan en la hacienda Verde de Coroico, bajo responsabilidad de la Asociación Amor por los Animales de Bolivia. Esa vez, se llevaron 13 tortugas, 14 loros y un tejón. Mucho antes, se llevaron a otro lugar del oriente, pumas y leones.

En esta ciudad, existe un puma andino, pero como es su costumbre, casi nunca sale de su guarida por temor a los seres humanos que en forma permanente, acuden a ese lugar para mirar a los animales andinos que quedan. Tampoco hay ñandús andinos. Los monos se encuentran en primera línea, porque no han podido llevárselos a otros lugares, a pesar del frío que se registró en Oruro, hasta los 10 grados bajo cero, durante esta época de invierno.

Los patos están felices, porque, a pesar del frío, entran y salen de su piscina. Caminan bamboleándose de un lado para otro. Las vicuñas y llamas siempre tienen la mirada atenta, esperando su alimento o alguna persona que le lleve algo de comer. Sin embargo, los cuidadores explicaron que a esos animales se les entrega su alimento, de acuerdo a la hora recomendada por los veterinarios. De acuerdo a los propietarios de llamas, ovejas y alpacas, estos animales siempre están con la boca llena, porque es su vida diaria en el campo.

Los obreros municipales construyen otros ambientes, donde antes se encontraba el tejón, para habilitarlos como una muestra de reptiles que viven en el altiplano. Los techos están con calamina plástica, para darles calor.

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