Advirtió que esta época de invierno hace que los animales estén susceptibles a contraer esta enfermedad en caso que no sean protegidos por sus dueños, por tanto, recomendó no dejarlos a la intemperie y abrigarlos.
Gómez reiteró que el moquillo es causado por el cambio de temperatura; “lo que pasa en invierno es que los perritos o gatos salen de un ambiente caliente afuera o toman agua fría y si no están abrigados adecuadamente, contraen el moquillo”, aseguró.
Sostuvo que el contagio es por la inhalación del virus de moquillo y los síntomas pueden ser progresivos o repentinos, tanto a nivel bronquial como digestivo o neurológico.
Sin embargo aclaró que el moquillo no es contagioso para los humanos, porque los animales se contagian por un virus y las personas por bacterias.
El moquillo se presenta con tos, mucosidades y a nivel nervioso, temblores y espasmos constantes, pudiendo terminar con una parálisis permanente de las patas traseras o la muerte cerebral, dijo.
Asimismo, otro de los síntomas es que la mascota pierde dinámica y el apetito. Aparece diarrea conteniendo hilos de sangre ; además que la fiebre es incontrolable.
“El cuadro neurológico puede ser progresivo, dependiendo de que si los síntomas se desarrollan a partir del extremo de la columna, dirigiéndose al cerebro o comienzan directamente en el cerebro (con lo cual el sistema nervioso es afectado de forma repentina, casi desde el principio).
Gómez recomendó que “todas las mascotas deban recibir vacunas octovalentes que pueden ser aplicadas al animal en cualquier veterinaria”.
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