“Podemos decir que en las laderas cada familia tiene entre dos y tres perros, y no todos son criados como mascotas, en muchos casos son usados con fines comerciales o como instrumentos para cuidar las casas”.
Según Toro, es frecuente que no tengan una óptima atención veterinaria y se descuide su vacunación; que sean abandonados o pese a tener amos, pasen todo el día en las calles. “Estos animales se vuelven vagabundos, están expuestos a contraer enfermedades, hacen sus necesidades en vía pública y, lo peor, las enfermedades pueden ser transmitidas a otros perros y a los ciudadanos”.
Campaña de vacunación
Toro recuerda que semanas atrás, el Ministerio de Salud emprendió una campaña de vacunación de mascotas contra el mal de rabia “El informe que dieron es que se vacunaron medio millón de gatos y perros a nivel nacional”. Sin embargo, la ciudad queda expuesta a que los perros hagan sus necesidades en el espacio público. “Consulté en instituciones de defensa de los animales y el reporte fue que por falta de recursos económicos no hacen campañas de concienciación ciudadana ni para el mejor trato de animales ni para que se evite que las mascotas usen la ciudad como baño”.
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