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jueves, 18 de agosto de 2011

Al día, animales SOS recibe unas 20 mascotas agonizantes y 5 maltratadas

Hoy (viernes 12) se acaba la vida de Princesa, una perrita que padece una enfermedad incurable. “Vive conmigo, pero esta tarde la dormiremos. Está hecha un esqueleto por una muy dolorosa enfermedad venérea que se llama Tumor de Sticker; el mal ha invadido todo su organismo por culpa de sus dueños que no la llevaron a un veterinario cuando se manifestaron los síntomas”, cuenta Susana del Carpio, directora de Animales SOS.

No hay un registro sobre el número de perros callejeros en la ciudad. Sin embargo, según Zoonosis, en La Paz hay 145.000 canes y 25.000 gatos que fueron vacunados.

“Los perros y gatos son los mejores amigos del hombre, lamentablemente, en algunos casos, el hombre puede ser su peor enemigo”, dice.

Los malos tratos, la negligencia de los dueños cuando están enfermos, su uso en peleas clandestinas y el abandono, son algunos de los casos más comunes de “una vida de perros”.

La historia de Choca es una muestra de esto. La perrita se encuentra con quemaduras por todo el cuerpo y los funcionarios de Animales SOS creen que sus amos le echaron agua hirviente o le prendieron fuego. No es la única maltratada, la organización atiende, cada día, unos cinco casos de atentados a animales y son llevados unos 20 perros y gatos agonizantes.

Por ejemplo, Tatiana es una bull terrier que tuvo la suerte de sobrevivir, padecía una infección por estafilococos cuando fue encontrada en un basural de El Alto. “Es muy posible que haya sido utilizada en peleas de perros y luego abandonada. Cuando la llevamos al albergue, prácticamente era una pedazo de carne en descomposición, fue adoptada y hoy vive feliz junto a una familia”, relata Del Carpio.

Reseña del día de San Roque
Biografía • Según el Acta Brevoria, un texto anónimo de 1430, Roque nació por el 1300 d.C. en Montpellier, Francia. Quedó huérfano a corta edad, lo que no le impidió donar sus bienes a los pobres. Roque realizó curaciones milagrosas a los infectados por la peste. Debido a que se mantenía constantemente expuesto a estos enfermos, terminó por contagiarse del mal en Piacenza, Italia. Se retiró a los bosques para evitar ser una fuente de infección en la ciudad. Se dice que fue un perro quien le salvó la vida, pues cada día el can le llevaba un pan que robaba de la casa de su amo, Gottardo Pallastrelli. El propietario del perro siguió a su mascota y encontró al moribundo Roque. En honor del santo se festeja a los perros. Siempre se lo representa junto a un can y un ángel.

Ratita era entrenado para matar

Ratita, un bull terrier, destrozó con seis perforaciones de sus dientes la pata de un husky y le sacó el pelaje de la parte de la nuca a un ch’api.

Debido a sus peleas, los vecinos de la zona de Pampahasi lo denunciaron al Centro Municipal de Zoonosis. Los funcionarios lo recogieron junto con los heridos.

“El perro es el que está sufriendo, no el dueño, porque fue criado para atacar a otros animales, llegó aquí con laceraciones, le falta un pedazo de piel en la oreja derecha, tiene heridas en sus patas”, dijo un funcionario de Zoonosis.

Los perros lastimados por Ratita ya fueron rescatados por sus dueños, sin embargo, él continúa en una de las jaulas del centro y alejado de otros animales porque puede atacarlos. “Los vecinos nos dijeron que el dueño lo sacaba para pelear y metía a otros canes a su casa con el mismo objetivo”.

Diana fue botada en una bolsa

Cuando Diana tenía un mes y medio de nacida fue botada en una bolsa de plástico negra cerca de la puerta del Centro Municipal de Zoonosis. Los funcionarios, al percatarse del bulto y observar que algo se movía dentro, rescataron al animal y lo curaron. Tenía una de las patas fracturada.

“No sé quién pudo haber hecho eso, sólo vi a una persona botarla en la bolsa”, dijo uno de los funcionarios de Zoonosis.
Debido al amor y afecto que Diana demostraba a los empleados, ella fue adoptada para que se convierta en la nueva vigilante del centro. La esterilizaron y la cuidan hace ya ocho meses.

“Antes teníamos dos vigilantes, uno de ellos se perdió, la hembra se contagió de una enfermedad venérea y falleció, por ello era necesario contar con Diana para que cuide la oficina”, finalizó.

Desdeñados por los amos de su madre

Hijos de una dálmata pura y un ch’api de las Lomas del Sur de Achumani, estos dos perros fueron abandonados en la calle inmediatamente después de haber sido paridos. Nadie los alimenta ni les da un plato con agua; es más, no hubo una persona que se tomara el tiempo de darles un nombre.

Después de nacer, fueron echados de la casa de su madre. Ahora vagabundean por el área cercana y viven de los restos de comida que encuentran en las bolsas de basura que destruyen en busca de alimento. Los animales (sólo se incluye a uno de ellos en la foto) son maltratados constantemente por los vecinos.

Su padre, un ch’api que vive con una familia humilde que no tiene las condiciones de adoptar a los canes, va con ellos a las esquinas y los cuida; mientras que a la madre no le permiten salir de su casa.


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