Cada grupo racial de perros, por sus características y constitución, fue criado con un objetivo, entre éstos los perros para la actividad deportiva (carreras y otros), para el trabajo, para la caza y pesca, para el pastoreo, para la compañía, y los falderos.
Un ejemplo, es la creación de la raza pit bull donde se evidencia la “mano maliciosa del ser humano”, que mezcló los genes de los perros bull dog, bull terrier y boxer -todos de temperamento fuerte- buscando un “toro pequeño” (traducción de pit bull al español). “Con estos genes de temperamento fuerte, se lo estimula y nace la predisposición a morder, pero el que lo insta es siempre el ser humano”, asevera el docente de extensión y comunicación de la carrera de Veterinaria de la Universidad Mayor de San Simón (UMSS), René Orozco.
El docente reprocha la actitud de las personas con estas preferencias “las personas que tienen como fin hacer pelear a estos perros, parecen ser más bien de otra raza”, dice Orozco refiriéndose al pensamiento y actitud agresiva, incitadora y desafiante que manifiestan.
Este patrón de comportamiento es similar entre las personas que apuestan en peleas de perros, gallos y otros. “Es el humano que busca diversión con la agresividad de su perro, le gusta ver sangre o pánico”, señala el docente de semiología y etología animal, Alfonso Villagómez.
Estímulos, voluntarios o involuntarios, de maltrato, agresión, abandono o descuido provocarán una reaccion de defensa natural. “Mantenerlo encadenado, encerrado, sin actividad física, atención o cariño provoca un estrés en el animal que necesita ser descargado”, explica el encargado del Centro de Zoonosis de Quillacollo, Carlos Ramos. Informa que los perros de anatomía firme, esqueleto fuerte y constitución musculosa son requeridos en Cochabamba, principalmente en las zonas periféricas, para resguardar y proteger la vivienda o propiedad.
Es en este sentido, señala, que la socialización del animal desde que nace, es fundamental para evitar conductas agresivas. Las caricias mientras toman su leche, descansan, o salen a recibir a su dueño, son importantes para la socialización; asimismo es fundamental que permanentemente se lo saque a la calle o de paseo para que mantenga contacto con otras personas y también con otros perros.
Existe otra alternativa, como la esterilización del animal, cuyos resultados aún no son consensuados por los profesionales. Ramos señala que cuando este procedimiento quirúrgico se practica a los cachorros, entre los 3 y 8 meses, el perro no experimentará las reacciones hormonales frente a otros perros cuando se presente una perra en celo. Orozco en cambio explica que sólo se evita el comportamiento de macho, que la actitud hacia las personas cambia, pero no así hacia otros perros.
Ramos aclara que tanto la socialización como la esterilización del animal sólo cambia el instinto agresivo y no así el instinto guardián, para el cual son requeridos muchos de ellos.
“Es importante que el perro salga a la calle. Para evitar que sea agresivo”, Villagómez enfatiza en que se deben respetar las “5 libertades del animal”: 1) que esté libre de hambre, sed y desnutrición, 2) libre de incomodidad, molestias físicas y técnicas, 3) libre de miedo, angustia y terror, 4) libre de dolor, lesión y enfermedades y 5) libre de expresar su comportamiento natural. Actitudes como morder zapatos, muebles y otros, son indicadores del estrés que sufre el animal. Sacarlo a pasear, jugar con él, y acariciarlo son algunas acciones básicas para mejorar su conducta. Asimismo una abundante información sobre cómo educar al perro circula en internet.
La sanción debe aplicarse a dueños
El debate sobre las sanciones y medidas para evitar agresiones de los animales contra las personas, pasan por el decomiso, la esterilización y en muchos casos la muerte. Autoridades municipales, asociaciones defensoras de los animales, dueños de mascotas y víctimas son parte de este debate.
Los profesionales consultados, coinciden en que más que la sanción la normativa debe hacer énfasis en la tenencia responsable de mascotas, y que las sanciones deberían recaer en los dueños.
Sanciones como el trabajo social, multas económicas y decomiso definitivo de las mascotas a sus dueños, es la propuesta de René Orozco, de la UMSS.
El profesional denuncia que los dueños que lucran con sus mascotas, los enfrentan al mayor número de peleas, buscando aumentar el precio para el cruce o venta de crías.
Tanto en el municipio de Cercado como en el de Quillacollo, no existen sanciones para los dueños de los animales. Mientras continúe el vacío legal, las víctimas de la mala educación o mal trato de estos animales continúan siendo los niños, los ciclistas, y los mismos miembros de la familia, dice.
Dentro la normativa, cuando el perro reincide por tercera vez en su agresión, es trasladado a la Unidad de Zoonosis para practicarle la eutanasia. “El dueño simplemente compra otro perro, y el problema sigue”, señala.
No hay comentarios:
Publicar un comentario