Según el biólogo José Balderrama, los controles no se pueden limitar a los decomisos, sino que también se deben realizar talleres educativos y brindar asistencia a los comerciantes para que mejoren las condiciones de exposición de los animales domésticos, al indicar que muchos de los vendedores desconocen incluso el tamaño de jaulas que pueden usar.
También explicó que detrás del comercio de especies silvestres existe un problema social, que debe ser atendido por las autoridades. Explicó que muchas veces un animal marca la diferencia entre un día con comida para el cazador o sin ella.
Aunque la postura despertó críticas entre los ambientalistas, hay quienes argumentaron que se puede resolver la pobreza y el desempleo a costa de los animales. En tanto, la concejal que impulsa una nueva reglamentación, Ninozka Lazarte, expresó que no está en discusión la prohibición de comercializar animales silvestres y que los vendedores tienen que entender que hay un principio de autoridad que se hará respetar.
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