NARIZ. En los perros, la nariz es un poco húmeda y tibia no caliente. En los gatos debe ser fría (excepto cuando duerme) y húmeda. En ambos casos, la nariz no debe tener heridas ni acumulaciones en las fosas nasales. Respiración continua, sin esfuerzos. Si la mascota tose y/o estornuda muy frecuentemente o tiene la nariz demasiado caliente, es recomendable consultar al veterinario.
BIGOTES. Se utilizan para calcular distancias, ayudan en el equilibrio y llegan a detectar hasta una brisa mínima. Se pueden encontrar a los costados de la nariz, sobre los párpados superiores e inclusive en la parte posterior de las patas delanteras. Deben ser largos y parejos. Si un gato no los tuviera, ya sea porque se los cortaron u otro motivo, el animal debe permanecer dentro de la casa hasta que los bigotes vuelvan a crecer porque le son indispensables.
PELAJE Brillante, suave, agradable al tacto. Si bien puede caerse un poco al acariciarlo, esto no debe ser exagerado; caso contrario habrá que consultar a un veterinario ya que puede deberse a hongos o falta de vitaminas. No debe haber espacios sin pelo, por más minúsculos que sean. El pelaje debe ser parejo y continuo. Tampoco debe tener pequeñas bolitas o espirales de color negro, son signo de parásitos.
GENITALES. Los genitales y el ano de los animales deben estar limpios. Si se logra ver parásitos (gusanos) en el ano, habrá que desparasitar a la mascota. No debe haber secreciones de ningún tipo ni enrojecimientos en ambas partes del cuerpo. Tampoco deberá haber flujo o mal olor en los genitales ni heridas purulentas o ampollas.
CAMINATA. El animal no tiene que renguear. Las patas deben ser firmes y derechas (excepto algunas razas caninas como bulldog, pequinés y otras).
Respecto a la micción y la defecación también hay que tener cuidados. Cuando la mascota orine, no debe quejarse y la orina no debe contener sangre; lo mismo cuando defeque. Las heces no deben ser demasiado duras (estreñimiento) ni tampoco blandas (diarrea).
BOCA Normalmente, ningún animal respira por la boca (excepto cuando está cansado, adolorido o nervioso). Cuando cierre la boca, ésta no debe quedar semiabierta. Si los dientes quedaran sobresalidos hay que consultar al veterinario, puede que las piezas vayan a caerse. Si tiene muy mal aliento, es probable que tenga sarro (común en perros y gatos). Las encías deben ser rosadas. Si se nota una línea muy roja donde comienzan los dientes, indicará una posible gingivitis. A diferencia de la suave lengua del perro, la del gato es áspera.
OREJAS No deben presentar enrojecimientos, acumulaciones de una sustancia negra o marrón, ni parásitos, ni heridas, ni malos olores, ni infecciones. En el caso de los gatos, las dos orejas deben ser paradas y no tienen que estar caídas como las orejas de algunos perros (excepto la raza Scottish Fold).
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